Noticias
Laura Dern, la actriz que se jugó la carrera para defender a las lesbianas
La historia es increíble. Desde el presente -occidental- parece imposible que fuera así cómo las lesbianas conseguimos hacernos visibles pero lo cierto, sin duda, es que no fue fácil, y muchas sufrieron consecuencias en el camino. No gratuitamente Ellen Degeneres es uno de nuestros referentes más admirados y al que más agradecemos haber tenido el valor de salir del armario en hora punta televisiva jugándose el trabajo. Pero otras personas también fueron aliadas en el camino, y estas también se jugaron muchas cosas. Laura Dern fue una de ellas.
Ellen sale del armario en su serie frente al personaje de Susan que interpretaba Dern. I´m gay, fueron sus angustiadas palabras, cuando Susan la abraza y tranquiliza. Pues bien, era 1997. Ellen se canceló un año después, hubo una avalancha de rumores muy irrespetuosos que cuestionaron la sexualidad de Laura -Ellen afirmó la suya en el momento mismo en que su personaje dio el paso- y ambas se quedaron sin trabajo durante años. Cuando se volvieron a ver ambas actrices en el programa actual de Ellen, las palabras de Laura emocionaron a todos. "No existe ningún regalo más grande que haber sido la persona que estaba contigo cuando dijiste esas palabras. Compartir esa catársis contigo y ver el apoyo de la audiencia fue único".
Laura ha contado en una entrevista que fueron muchísimas las llamadas aconsejándole que no interpretara ese personaje, incluso dos asesores de Hollywood que eran gays, y amigos, le pidieron que no lo hiciera. "Esto es ridículo", afirmó ella, que no lo dudó ni un instante. Hoy, años después y habiendo visto las consecuencia, -recibió decenas de cartas de fanáticos religiosos con amenazas de toda índole- Laura tiene claro que fue "un honor y un privilegio" interpretar al personaje que se enamora de Ellen. "Lo que nunca olvidaré es cuando Ellen me miró a los ojos y me dijo que nunca había dicho esas palabras en alto. No lo ensayamos, así que cuando lo dijo me miró a los ojos, me tómo las manos...sentí que temblaba. Me dieron ganas de llorar por ese regalo de intimidad, de lo que significaba el momento. Lo llevaré por el resto de mi vida".
