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La justicia bloquea el veto a los transgénero en el Ejército de EE UU
Una juez federal de Washington ha bloqueado parcialmente este lunes el veto de Donald Trump a los transgénero en el Ejército estadounidense, al prohibir que el Gobierno expulse a los que ya sirven en las tropas. La decisión supone revertir la ley que había sido aprobada por el presidente el pasado agosto, y sería implementada a partir del 23 de marzo de 2018, que prohibía reclutar a personas transgénero y dejaba en manos del Pentágono la decisión sobre quienes ya sirven en las fuerzas armadas. La denuncia fue presentada por numerosos soldados de este colectivo.
La decisión también obligará al Gobierno a continuar ofreciendo seguro médico y ayudas económicas relacionadas con su condición, unas de las razones principales por las que Trump aboga por su expulsión. La magistrada Collen Kollar-Kotelly afirmó en el acta, entre otras imperfecciones, que la medida del presidente no había estado acompañada de datos o cifras que justificaran su decisión. Pese a que no hay números exactos, las estimaciones sobre cuántos transexuales sirven en las fuerzas armadas varían entre 1.300 a 15.000.
El dictamen no afecta, sin embargo, a la decisión del secretario de Defensa, Jim Mattis, de congelar la contratación de personas de este colectivo hasta el próximo enero. El veredicto supone el último golpe de la justicia a una medida del presidente después de que hace dos semanas dos jueces también obstruyeran la entrada en vigor del veto migratorio.
En agosto, a los pocos días de que Trump firmara la orden, Mattis se reunió con un grupo de expertos para evaluar si los transgénero ya inscritos deberían o no continuar en sus puestos. Su cautela señaló la desconfianza inmediata del Pentágono sobre la efectividad de la ley impulsada por la Casa Blanca.
Meses antes, Trump ya había cuestionado la eficiencia de poseer personas transgénero en el Ejército debido a los altos costes que suponen por sus cuidados médicos. En un tuit en julio, el presidente anunció definitivamente que EE UU no aceptaría este tipo de invididuos. "Debemos estar concentrados en las victorias decisivas", afirmó. La Casa Blanca defendió su decisión unilateral alegando que la Administración de Barack Obama había minusvalorado los efectos negativos en la convivencia, la letalidad y la cohesión del Ejército al permitir la entrada de transexuales a las tropas un año antes.
